23 de julio de 2013

El Sinodal y la imprenta

   Aguilafuente está vinculada a la historia del libro por darle el nombre al primero impreso en España, en 1472, el conocido como Sinodal de Aguilafuente, que contiene las actas del Sínodo diocesano celebrado en la villa en los primeros días de junio de ese año. 
   Una de las disposiciones del Sínodo era la de la elaboración de copias para su conocimiento y ejecución en el plazo de seis meses, pero a mano, lo que se hizo, conservándose dos en la Catedral, una de ellas con claras muestras de haber sido utilizada como original para la imprenta. Porque, en efecto, unos meses después las constituciones sinodales se llevaron a la prensa establecida en Segovia. 
   Como es conocido, fue Juan Gutenberg quien inventó la imprenta a mediados de siglo en Alemania, desde donde se expandió, tanto por su territorio como especialmente por Italia, segundo país al que llegó el nuevo ingenio, allá por 1464. La casualidad, o no, hizo que el abad del Monasterio de Subiaco, lugar donde se estableció la primera imprenta italiana, fuera el español Juan de Torquemada, que tuvo el honor de ser el primer autor que publicó en vida. El ambiente humanístico italiano propició el desarrollo de la imprenta y que Roma o Venecia se convirtieran en grandes focos de la cultura impresa. Además de la habitual relación de los eclesiásticos con el Vaticano, el deán de Segovia viajó a Roma en 1470 para obtener una bula con el fin de recaudar fondos para la construcción de la catedral. Todo ello, junto con la bibliofilia de Arias Dávila, motivó que conocieran este nuevo arte para realizar libros. 
   A Segovia llegó el maestro impresor Juan Párix, nacido en la ciudad alemana de Heidelberg, donde se iniciaría en su profesión y de donde pasaría a Roma, como tantos compatriotas que buscaron explotar el invento en toda Europa. Segovia en aquel entonces era una ciudad activa, sede de la Corte, con desarrollo industrial, con una importante casa de moneda y un Estudio General regentado por el propio obispo. 
   Del Sinodal de Aguilafuente solamente se conserva un ejemplar impreso, guardado en la catedral de Segovia, y cuya encuadernación en piel es de estilo mudéjar, muy característica de su época. Al no tener ni portada ni título, se le denomina haciendo referencia abreviada a su contenido (en lugar de constituciones sinodales) y al lugar donde tuvo lugar el Sínodo, la villa de Aguilafuente. 
   La Directora de la Biblioteca Nacional de España, Ana Santos Aramburo, será la pregonera el próximo sábado 3 de agosto del Sinodal 2013, una serie de actos que rememoran en la localidad segoviana de Aguilafuente la introducción de la imprenta en España. 

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